¡¡¡LOS DERECHOS HUMANOS SON PARA HUMANOS DERECHOS!!!

Aclaración:

El presente testimonio se presenta a los lectores como una crónica. Por este motivo, se debe leer de atrás (el principio) hacia adelante (desarrollo y final); en otras palabras, de lo más viejo a lo más reciente. En cualquier caso y dadas las circunstancias, de no disponer de mucho tiempo, me tomé la molestia de etiquetar algunos hechos o personajes para entrar en contexto. Dicho todo esto, a iluminarse con la verdad de mi testimonio.

4 mar 2011

Expoagro 2011 (primera parte)

Voy a referirme en este artículo al comienzo de Expoagro, uno de los eventos más importantes de la nación. Junto con Luque y Houseman, fui enviado por la alta dirigencia del E.C.N. a resguardar el normal funcionamiento de la misma.
Por fortuna, el principal eje de riquezas del país se encuentra en manos de gente sabia y de una practicidad envidiable. Expoagro, si es que los condenados elementos subversivos no  accionan y ponen piedras – por no decir bombas – en el camino de los hombres más influyentes de la contrarrevolución, marchará bien. En caso de que lo hicieran, estaremos nosotros, con nuestros fierros, allí, para evitarlo.
Nuestros corazones latían a un ritmo extremadamente acelerado cuando llegamos. Ir a Expoagro es como un boleto al peligro.  Si es que allí se organizaba un operativo como el que preveía que podía llegar a darse, todos estaremos muertos. Por ese motivo, fue que le hube pedido a Menotti que fueran más militantes a proteger la exposición. Sin embargo, éste no quiso y argumentó que no era necesario que nos acompañaran más soldados puesto que los muchachos de Expoagro “saben defenderse solos”. A pesar de su optimismo, no pude evitar dudar de sus palabras.

- ¿Será posible tanta miseria en un país tan rico y con todas las de ganar como lo es el nuestro? – preguntó Luque.
- No se puede creer – respondí yo, con cierto fastidio.
-  ¿Cuánto debemos esperar para que la inmensa mayoría que se encuentra representada aquí, en Expoagro, haga uso de su fuerza para detener al mal reinante? – continuó preguntándose Luque.
- ¿Pero qué es lo que pueden hacer los muchachos más que quejarse abiertamente de las políticas que los desfavorecen, que les impiden realizar su trabajo con completa libertad? ¿Qué es lo que pueden hacer más allá de lo están haciendo? No pueden ellos entrar a la clandestinidad sin perder sus riquezas. ¿O acaso sugieres testaferren sus propiedades y vivan tal cual vivimos nosotros? ¿No te parece una locura? ¿Un pedir mucho? – le reprochó Houseman, al tiempo que se compraba una coca cola.
- No, lo que yo quiero decir es que tenemos el poder económico y la mayor porción de la nación. Lo que estoy sugiriendo es que se tome el poder a través de la fuerza. ¡Que comience, finalmente, la lucha armada! ¡De lo contrario, todo seguirá igual!
- ¡Tienes razón, Luque! – le animé – ¡Es momento de comenzar a tomar las riendas del asunto!
- ¿Pero qué es lo que dirán desde la cúpula de la organización? – nos señaló Houseman. Y tenía razón, puesto que desde allí no había salido orden alguna para comenzar un operativo como el que estábamos planeando. Hacer algo así implicaría un acto de insubordinación y la pena capital. ¿Acaso valía la pena arriesgarse de una manera tan estúpida como ésa? Luque despejó las dudas:
- Mira, René, ésta es una oportunidad de oro para hacer valer nuestra fuerza y aplastar a los débiles con puño de hierro. Si lo conseguimos, seremos héroes. En caso contrario, sabemos lo que nos espera. Yo, por mi parte, no he venido hasta aquí y militado desde las sombras, alejado de mis afectos, para quedarme de brazos cruzados ante oportunidades como ésta.
- Lo que dices tiene lógica – continuó Houseman -. Sin embargo, debo prevenirte, Luque. Lo que estás planeando podría costar más de una cabeza.
- ¡Al demonio con los costos! ¡He escrito una carta para dársela a los organizadores! – y al decir esto, sacó de su bolso un sobre, lo abrió y nos mostró el contenido.

Luego de haber leído las palabras escritas a puño y tinta por mi amigo, le miré a los ojos y asentí.
- Debemos llevarle esto a los organizadores. Ellos deberán decidir qué es lo que harán de ahora en más.
Corrimos hacia donde se encontraba la cúpula organizadora de Expoagro, pero en ese momento nos topamos con alguien…

1 comentario:

Daniel dijo...

Muy buena, Alexei.